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viernes, 11 de noviembre de 2011



¿Por qué se movilizan los estudiantes?

Por  Alejandra Vinchira
¿Por qué se movilizan los estudiantes?Alfonso Cervantes
Ante la Movilización de miles de estudiantes, es muy difícil sostener el desconocimiento del contenido de una propuesta que ha sido precisamente el insumo para construir un discurso estudiantil, además, con la extensa literatura tanto de centros de investigación, prensa, del recurso audiovisual de la Internet y la televisión y de la experiencia cotidiana vivida de los estudiantes de universidades públicas (y privadas de los cientos de estudiantes con créditos educativos) invaden el debate público actual y en el cual han coincidido en que el espíritu de esta reforma se levanta sobre los ciudadanos, amenazante.

Como efecto, las fuerzas sociales entran a dirigir el pulso de la decisión legislativa. Estamos ante otros elementos que empiezan a tomar relevancia y que dejan atrás la cuestión de si los estudiantes saben o no saben contra qué se oponen. Hace cerca de un mes de Paro Nacional Universitario, la afirmación de una ignorancia de gran proporción de la reforma por parte de los estudiantes, esta caduca.
Otorgarle legitimidad a una movilización de tal magnitud solo a condición de la contabilización de la lectura total de un proyecto de ley por parte de todos los interesados, seria pensar que los movimientos sociales aparecen a un trino de dedos. Como si ya en estas instancias de la modernidad no existiera una racionalización del espíritu democrático. Lo hemos visto durante casi toda la segunda mitad el siglo XX; El movimiento indígena, campesino y estudiantil latinoamericano que han normativizado la acción política de las organizaciones sociales a nivel mundial, y se han convertido en una fuerza tal, que sus reivindicaciones se han convertido en un nodo de poder. Es dentro del campo político moderno donde irrumpen estas fuerzas sociales y en dicha disputa es donde se toman también las decisiones, las cuales los ciudadanos, y en este caso, tanto estudiantes, profesores, rectores e intelectuales conocen muy bien, pues son ellos quienes están inmersos en el sistema educativo superior que muestra, desde hace casi 20 años, dificultades con el presupuesto, lo apretado de su cobertura y el riesgo de perder calidad, problemáticas evaluadas con gran “conocimiento de causa”.
¿Cómo ignorar la reforma de ley si en el seno de la Universidad es donde ha iniciado su análisis y en su interior las diferentes organizaciones ha manifestado su descontento y la movilización en su contra? 

El elemento que hoy, a quienes nos dedicamos al análisis social, se nos presenta con un carácter inaugural, es un nuevo movimiento estudiantil que ha cambiado sus medios de lucha y está intentando apropiarse de instrumentos que develen el estrecho marco de participación de las políticas propuestas por el gobierno.

Esta incursión en el debate político público de las fuerzas sociales bajo la movilización de masas en las ciudades y las redes sociales no se da como recurso ante el desconocimiento de los estudiantes a su derecho a la educación, ni a los mecanismos de naturaleza jurídica para entrar en dialogo con el Estado, como tampoco –es difícil ignorarlo cuando se hace evidente lo evidente- que la educación cuenta con una cuantía del patrimonio público con el que debe responder a sus necesidades.
Es el ABC de las sociedades actuales, que son las sociedades del conocimiento. Pero no somos una sociedad de manual. Lo que no debe caer en desmemoria, y es un fenómeno central en el análisis político y sociológico, es el surgimiento a escala planetaria de masa de ciudadanos que irrumpe en el poder político y social y toma partido en los asuntos públicos de su país. Pensar que la democracia se reduce a acciones populares y referendos, es abordar la realidad social y política con gran ingenuidad. Sin juicios mezquinos, es necesario preguntarse, si ante la existencia de tales mecanismos jurídicos, entonces, ¿Por qué se movilizan los estudiantes?

Alejandra Vinchira Estudiante de Sociología de la Universidad del Atlántico

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